Últimamente, uno de los temas más populares en Internet ha sido «el Metaverso», pero ¿qué es?
El Metaverso es el nuevo mundo virtual, y podría apoderarse de Internet en los últimos años. ¿Está preparado para vivir en este futuro? Vive a través de avatares y haz de todo en el mundo virtual: trabaja, compra, diviértete y mucho más.
El término metaverso se ha popularizado recientemente gracias a Mark Zuckerberg, creador de Facebook, ya que a finales de 2021 Mark anunció que la organización Facebook pasaría a llamarse Meta.
Según él, este cambio viene a marcar una nueva etapa para la empresa, que está supercentrada en la construcción del nuevo metaverso. Facebook ha abierto 15.000 vacantes de ingeniería para el metaverso, y la inversión es elevada para garantizar que todo ocurra como ha soñado.
¿Cómo funciona el metaverso?
El término apareció por primera vez en un libro de ciencia ficción titulado Snow Crash, publicado en 1992 y escrito por Neal Stephenson. En este libro, la gente utilizaba el metaverso para escapar de su realidad y acababa viviendo en un mundo virtual a través de sus avatares.
Hoy ya tenemos varios ejemplos del metaverso aplicados en nuestra realidad, uno de ellos fue la minigira del rapero Travis Scott que tuvo lugar dentro del juego Fortnight.
Este espectáculo reunió a personas de todo el mundo dentro del propio juego. Imagínate a ti y a todos tus amigos disfrutando del espectáculo de tu artista favorito desde cualquier parte del mundo en realidad virtual: una experiencia increíble, ¿verdad? Pero, ¿anula la experiencia real? ¿O sólo lo complementa?
Otro ejemplo muy popular es el juego Pokémon Go, que mezcla la vida real con la virtual, y que también puede considerarse un ejemplo de metaverso, al igual que varios otros que ya se están probando en todo el mundo.
El metaverso no es sólo una especie de juego, en el futuro podrás realizar todas las tareas importantes de tu vida real en este mundo virtual. Podrás trabajar, ganar dinero, comprar cosas e interactuar con la gente, todo ello utilizando únicamente tu avatar y unas gafas que te permitirán sumergirte en este universo.
Hoy existen estudios muy avanzados sobre la implantación de esta nueva tecnología en la retina, que eliminará la necesidad de gafas para sumergirse en este universo virtual. Los neurocientíficos afirman que en el futuro probablemente será casi imposible que el cerebro distinga entre nuestra realidad y la realidad virtual, ya que los estudios demuestran que el cerebro se amolda al universo al que está expuesto.
Estos mismos neurocientíficos realizaron pruebas con monos, a los que expusieron a la realidad virtual y realizaron tareas con tres brazos a cada lado, dos de ellos reales y cuatro virtuales. Los monos respondieron bien a este experimento, consiguiendo realizar tareas con sus brazos sincronizados y enviando órdenes desde sus cerebros para realizar tareas en sincronía con sus brazos reales.
Tras quitarse las gafas y volver al mundo real, los monos buscaron los brazos que faltaban, los virtuales, y los neurocientíficos identificaron la representación de estos brazos en la corteza motora de los monos, concluyendo que el cerebro no sabrá, según el nivel de exposición, distinguir la realidad de la realidad virtual.
El Metaverso también puede venir como complemento de la vida real, funcionando de forma complementaria, como una tecnología más en nuestra vida cotidiana. Este complemento vendría en forma de información sobre productos en las tiendas, biografías en los museos y en diversos segmentos del mercado, y no faltan especulaciones al respecto.
El universo Metaverso
Como el universo de Mark aún no existe, no podemos describir exactamente cómo será, pero lo que sí sabemos es que la empresa quiere construir un mundo virtual en el que la gente pueda construir avatares y conectarse con cualquier parte del mundo, es decir, una nueva forma de que las personas interactúen entre sí en Internet.
Este mundo virtual se creará utilizando diversas tecnologías ya existentes, como la realidad virtual, la realidad aumentada, las redes sociales, las criptomonedas y otras. Puedes visitar una tienda desde cualquier parte del mundo, hacer una compra virtual o física y recibirla en tu casa si lo deseas, todo ello utilizando sólo tu avatar.
El acceso al mundo virtual de Mark requiere la compra de unas gafas virtuales, las Quest 2, que cuestan una media de 2.000 reales: la accesibilidad para todos también es un reto para el metaverso.
No sólo Facebook está trabajando en este nuevo universo, hay otros gigantes del sector, como Microsoft.
Facebook ya ha desarrollado algunos productos de realidad virtual, uno de los cuales es Horizons Workroom. Se trata básicamente de un espacio de reunión virtual, en el que los avatares interactúan entre sí como si estuvieran en el mismo lugar, aunque estén a distancia, pero para ello necesitas las gafas Quest 2.
También está Horizon World, que funciona como una red social de realidad virtual. Creas un avatar que se parece a ti o a lo que quieras, y puedes explorar allí los distintos entornos. Puedes interactuar y chatear con otros usuarios, e incluso participar en juegos, pero también necesitas las gafas Quest 2 para entrar en este mundo virtual.
Estos son ejemplos de pequeños pasos que Facebook ya está dando para hacer realidad el metaverso. Sin embargo, no sólo Facebook y Microsoft están invirtiendo mucho en esta nueva realidad virtual.
Uno de los mayores retos en este momento es la velocidad de internet, porque para trabajar bien se necesita un internet ultrarrápido con un ping mínimo, y otro reto es hacerlo accesible a todo el mundo.
Muchas empresas están trabajando en este proyecto, y aún no se sabe si habrá compatibilidad entre plataformas, si Facebook y Microsoft trabajarán juntos para crear un único Metaverso para todo Internet, o si ambos serán compatibles o interactuarán entre sí.
¿Y las cuestiones éticas? Porque si estás «viviendo» allí, en el Metaverso, ¿cómo sería el acceso a tu información?
Vas al cine, trabajas, te relacionas, compras libros, te conectas, ¿y cómo es esa información? Su vida estará vigilada, ¿qué pasa con la privacidad de los datos?
Son preguntas que hay que analizar y plantearse, pero esperemos, al fin y al cabo, ¡el futuro ya ha empezado!
