¿Cuál es la más importante y en qué se diferencian?
Esta es una de las principales dudas a la hora de comprar o montar una máquina nueva. Estas son las dos piezas que tienen el valor más alto de todo el conjunto.
CPU unidad central de procesamiento (procesador): es básicamente el cerebro del ordenador. Es el principal responsable de que «todo suceda» dentro de su máquina. Todo el procesamiento está centralizado en esta pequeña parte.
Unidad de procesamiento gráfico GPU (tarjeta de vídeo): se encarga de hacer visible en el monitor toda la información generada por el procesador. Sin la GPU no verías las imágenes en la pantalla, sólo números.
Pero, ¿qué sería mejor, invertir en un procesador más «robusto» o en una tarjeta de vídeo más avanzada? ¿Qué es lo que más influye en mi juego o en mi trabajo?
El procesador es como el «jefe» de tu ordenador, da las órdenes para que todo funcione, incluida la tarjeta de vídeo.
El problema es que «estas órdenes» no son tan sencillas de cumplir. Entre otras muchas funciones, la tarjeta de vídeo se encarga de calcular texturas, polígonos, iluminación…etc.
Así que, por mucho que el procesador sea el «jefe» de tu ordenador, la tarjeta de vídeo tiene un papel muy importante, y si es demasiado simple, dependiendo de para qué necesites usarla a diario, no podrá ofrecer un buen rendimiento.
Lo ideal es siempre un equilibrio entre las dos piezas. Identifica primero tus necesidades diarias, ¿qué necesitas más: procesamiento o una superimagen? Ambos son muy necesarios.
Este equilibrio puede variar de una persona a otra.
Ex:
Jugadores: si eres un jugador y necesitas un PC para jugar, la tarjeta de vídeo es la parte más importante de todo el sistema, ya que es la que renderizará y creará todos esos gráficos increíbles y envolventes de los juegos. Los juegos suelen diseñarse para extraer más rendimiento de las tarjetas de vídeo y exigir menos al procesador, porque cuando juegas necesitas gráficos envolventes.
El procesador debe ser lo suficientemente potente como para seguir el ritmo de la tarjeta de vídeo, pero podemos decir que en el caso de los jugadores todo su sistema, su máquina, gira en torno a una tarjeta de vídeo potente. Probablemente elegiste primero la tarjeta de vídeo y luego el resto de piezas. Para los jugadores, la tarjeta de vídeo es la parte más importante del sistema, y el procesador sólo debe ser lo suficientemente bueno como para estar a la altura de la tarjeta de vídeo.
Diseñadores y arquitectos: Ahora bien, si estás montando una máquina destinada a trabajar con edición de vídeo, imágenes, arquitectura, creación 3D y animación, tu balance es diferente al de un jugador. El software que vas a utilizar exige mucho más del procesador que la propia tarjeta de vídeo. Por supuesto, sigues necesitando una tarjeta de vídeo más potente para poder renderizar los efectos y las imágenes, pero lo más importante es tener un procesador lo suficientemente potente como para soportar el software en funcionamiento y generar tantas imágenes complejas y simular todo ese entorno para ti. En este caso, lo ideal es un procesador más potente, pero acompañado de una tarjeta de vídeo de calidad.
Programador: Si eres programador o trabajas en el mercado financiero y no necesitas generar gráficos 3D, no hace falta una tarjeta de vídeo potente, con una sencilla integrada en placa bastará. La necesidad en este caso se basa más en el procesador, los cálculos para hacer funcionar el programa no dependen de la tarjeta de vídeo.
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